Open Kiroleta Open Kiroleta – Bakio Udala Saria
Sergio Pérez es otro de los veteranos en la organización del Open Kiroleta. Aunque los espectadores le recuerden por arbitrar varias finales y decenas de partidos, su labor va más mucho más allá. Dentro de la organización también destaca por solventar con ingenio cualquier adversidad, lo que le ha hecho ganarse el sobrenombre del ‘MacGyver’ del Kiroleta.
Sergio, ¿en qué consiste tu labor durante el torneo?
Desde qué el torneo se convirtiera en Futures, y en mi condición de Juez de silla con titulación internacional (White Badge), esa se ha convertido en mi principal función, formando parte del equipo arbitral del torneo; aunque por mi vinculación de más de 14 años con el club y el torneo, participo también de la coordinación y ejecución de tareas organizativas.
Casi la mitad de tu vida relacionada con el Open Kiroleta… ¿Qué es lo más gratificante?
El cariño que recibo de todos los buenos amigos y conocidos cada año que regreso a Bakio.
¿ Y cuál es tu primer recuerdo del Open?
Una final que arbitré en la antigua pista 3, donde hoy están las pistas de padel y el frontón, en la que Jesús Manteca resulto vencedor, creo que fue en 1999.
¿Alguna edición en especial?
Sí, las de 2003 y 2011. La de 2003 porque fue mi último verano llevando la Escuela del club y supuso un cambio de rumbo en mi vida profesional y 2011 por el homenaje que el resto de compañeros y el director del torneo tuvieron a bien organizar durante la entrega de trofeos tras la final; solté alguna que otra lágrima.
¿Y alguna situación complicada de solventar?
Con los años y en eventos pequeños de este estilo, en la que todos hacemos de todo y trabajamos codo con codo para sacarlo adelante, son muchas las situaciones complicadas, pero lo importante es que siempre conseguimos superarlas y que queden como simples anécdotas.
¿Una anécdota?
El año que tuve que entrar a pista a sustituir a un compañero en uno de los partidos más duros y complicados de arbitrar que recuerde. Partido muy reñido y en la que ambos jugadores lo estaban dando todo, el público estaba enganchadisimo y emitiendo toda clase de opiniones en voz alta desde fuera, un choque de alta tensión. David Olivier contra el que finalmente gano el torneo Tony Holzinger.
¿Qué es lo que hace que este sea un “pequeño gran torneo”?
Todo ayuda. El gran equipo humano y ante todo profesional que ponen todo de su parte para hacerlo posible. El club que se vuelca desde la mayor humildad, el público, el pueblo, el entorno en si, hacen de este un torneo que deja a todos con buen sabor de boca.