“una ola me pegó tal revolcón que dije que no me bañaba más”
Roberto Bautista (Castellón, 1988) empezó a jugar al tenis a los 5 años, actividad que compaginó con el fútbol hasta los catorce. Se le daba igual de bien marcar goles en las categorías inferiores del Villarreal CF que colocar la pelota lejos del alcance de sus rivales, pero finalmente acabó decantándose por el deporte de la raqueta. Su fulgurante evolución en los últimos años le ha llevado a situarse entre los mejores tenistas del mundo, y ya suma en sus vitrinas los títulos ATP de Auckland, Sofía, Sttutgart y Hertogenbosch.
En las edición del Open Kiroleta del 2007 y 2008 pudimos disfrutar de su juego en las pistas bakiotarras, el primer año disputando la final frente a Holzinger , y al año siguiente haciendo semifinales, tras ser eliminado por Insausti, a la postre ganador de esa edición. Su crecimiento ha sido constante y en el último Roland Garros ya fue capaz de poner en aprietos a Novak Djokovic, número uno mundial.
¿Cómo va la temporada?
Me encuentro muy bien. He empezado el año ganando muchos partidos y quizá sea el mejor inicio de mi carrera. Mi objetivo es superar el mejor ranking que tuve, que fue el 14 del mundo en septiembre del 2014. Espero no lesionarme y poder ser competitivo en todas las superficies.
Si tuvieras que elegir un torneo…
Al margen de cualquiera de los grandes, me gustaría ganar el de Madrid porque me gusta mucho jugar en casa y esas semanas tengo una motivación extra. Y aunque no dé puntos para el ranking, si puedo ir a Brasil a los Juegos Olímpicos va a ser increíble y voy a estar encantando.
Has jugado dos ediciones del Open Kiroleta. ¿Cómo recuerdas tu paso por Bakio?
Lo recuerdo como un torneo muy bonito en el que aprovechaba para dejar un poco la gira de tierra, en la que venía de jugar partidos duros y con mucho calor en Orisol, Xativa, Gandia, Denia… Recuerdo también que era un torneo al que nos tocaba viajar en coche hasta el norte y tengo muy buenos recuerdos porque siempre me solía encontrar bastante competitivo. Un año perdí en semis en un partido muy ajustado y otro año llegué a la final.
Fue Tony Holzinger el que te dejó sin txapela.
Sí, era un alemán mucho más veterano que yo. Un rival complicado, que jugaba mucho con la cabeza de los contrarios, con mucho carácter y con un servicio potentísimo. Le había ganado ya en algún otro torneo pero en esa final, en un partido duro, se me escapó. En Bakio se jugaba muy bien por la pista y por la temperatura.
Además de jugar al tenis, ¿te dio tiempo a disfrutar de Bakio?
Me bañé un día y una ola me pegó tal revolcón que me metió debajo del agua y dije que no me bañaba más, jaja. Claro, yo estaba acostumbrado al Mediterráneo y eso, y la temperatura del Cantábrico me pillaron por sorpresa.
¿Cómo recuerdas tu paso por el circuito de Futures?
Hay momentos en los que se pasa mal, por la incertidumbre si algún día podrás vivir del tenis, un deporte por el que te desvives casi cien por cien. Pero también hay otros recuerdos muy bonitos porque jugar una final de Future era como jugar la de Roland Garros. Todo se recuerda con mucho cariño.
Cuando llegas a los grandes torneos, ¿te acuerdas de todo lo anterior?
Sí, lo tienes muy presente. Te acuerdas lo malos momentos que has pasado, el sufrimiento por estar tiempo en los Futures y lo utilizas como un aprendizaje porque todo eso te ayuda a hacerte mucho más fuerte.
¿Qué importancia les das a estos torneos en la formación de los tenistas?
Son muy importantes porque el nivel competitivo, por mucho que entrenes, se coge en la competición. Si además los torneos son cerca de casa o en tu mismo país, mucho mejor para los tenistas de casa.
¿Qué les dirías a los tenistas que van a participar en Bakio y que te ven como referente?
Les diría que tengan paciencia, que intenten disfrutar al máximo de cada entrenamiento y de cada partido, de lo que es la vida del tenista, poder viajar y dedicarse a un deporte tan bonito como el nuestro. También que no tengan prisa, que no se pongan metas a corto plazo porque la carrera de un tenista es larga y las prisas no son buenas.
DEDICATORIA
“Os deseo mucha suerte en el torneo y una gran semana de tenis. Recuerdo con mucho cariño a la gente de Bakio y os felicito por seguir apoyando al tenis como lo hacéis. En mi casa todavía tengo camisetas del Open Kiroleta. Un saludo.”